, 16 Feb. 23 (ACI Prensa).-
La Biblia contiene numerosos pasajes que pueden ayudar a los cristianos a vivir mejor la Cuaresma. A continuación, se presentan algunas referencias de la Sagrada Escritura relacionadas con este tiempo de preparación para la Semana Santa y la Pascua.
Jesús es tentado en el desierto (Mateo 4,1-11)
En Cuaresma se destaca el pasaje bíblico en el que Jesús es llevado por el Espíritu al desierto para ayunar durante 40 días y 40 noches y fue allí tentado por el demonio.
Al respecto, San Juan Crisóstomo enseñó en una de sus homilías que, al igual que Jesús, “por grandes que sean las tentaciones que sufras después del Bautismo, no te turbes por ello, más bien permanece firme”.
Por su parte, San Agustín explicó que el Señor se ofreció a ser sentado para “constituirse en mediador que venciese las tentaciones, no sólo con su auxilio, sino con su ejemplo”.
Por eso, el Catecismo de la Iglesia Católica nos invita a unirnos en Cuaresma “al misterio de Jesús en el desierto”.
El Señor da instrucciones sobre el ayuno (Mateo 6,16-18)
El ayuno es otro elemento fundamental durante la Cuaresma, en especial durante los viernes, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Para hacerlo de forma adecuada, Jesús nos pide no poner cara triste “como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan”.
Sobre este pasaje del Nuevo Testamento, San León Magno enfatiza que “no son buenos los ayunos que no provienen del convencimiento de la conciencia, sino del arte de engañar”.
Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Marcos 1,15)
Al iniciar la Cuaresma, la liturgia católica recuerda de forma especial el llamado del Señor a arrepentirnos y creer en la buena nueva del Evangelio.
Por eso, la Iglesia pide a los fieles aprovechar este tiempo para acercarnos al “sacramento de conversión”, también llamado sacramento de la Penitencia o de la Reconciliación.
El Catecismo de la Iglesia Católica señala que este sacramento “consagra un proceso personal y eclesial de conversión, de arrepentimiento y de reparación por parte del cristiano pecador”.
Pues polvo eres y en polvo te convertirás (Génesis 3,19)
Durante el rito de la imposición de la ceniza en el Miércoles de Ceniza, el sacerdote menciona estas palabras extraídas del libro del Génesis.
La frase “polvo eres y en polvo te convertirás” nos trae a la memoria que hemos sido creados por Dios y que nuestra vida terrena tendrá un final para el cual debemos estar preparados.
Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha (Mateo 6,3)
En este pasaje del Nuevo Testamento, el Señor nos invita a hacer el bien en todo momento, evitando la tentación de buscar el reconocimiento de los demás.
Sobre este punto, San Juan Crisóstomo reflexionaba que “si quieres tener espectadores de las cosas que haces, helos aquí: no sólo los ángeles y arcángeles, sino también el mismo Dios del universo”.